Lanús se encontraba jugando la Copa Sudamericana al llegar la décima fecha, y afronta el partido con Estudiantes con mayoría de suplentes. Aquel año, la Copa se la llevó a casa el equipo madridista. Llegada la siguiente jornada, el equipo de Cabrero -ya eliminado de la Sudamericana- visita a Racing, equipo que llevaba una racha de tres triunfos consecutivos. La notable trayectoria se mantuvo hasta la temporada 1979-80, cuando se produjo una concatenación de malos resultados, números rojos en las cuentas, y disputas internas tanto en la plantilla como entre los cargos directivos.