Tras disputarse las dos primeras jornadas de Liga, el Atlético de Madrid tuvo que disputar la Supercopa de Europa el 31 de agosto de 2012. Al haber sido el campeón de la Europa League en la temporada 2011-12, se enfrentó al Chelsea que era el campeón de la Liga de Campeones 2012. En la final, aunque no fue titular, entró al campo en el minuto 56 sustituyendo a Adrián y pudo participar en la victoria por cuatro goles a uno y así conseguir su primer título como rojiblanco.