En septiembre de 2009, en plena competencia en este torneo, el juez que manejaba la quiebra del club, Carlos Tale, decide retirar el gerenciamiento a Carlos Ahumada, por lo cual se volvió al manejo del fideicomiso. En noviembre se designó a un nuevo juez, Saúl Silvestre, quien autorizó que la Fundación Azul y Blanco haga aportes económicos en el club.