Ninguna organización de derechos humanos, ningún partido político de izquierda ni ninguna asociación civil ha salido a la calle a defender los derechos de las minorías sexuales y étnicas como lo han hecho los socios y simpatizantes del Sankt Pauli. Uno de los requisitos de SportAccord fue que ningún deporte puede tener el nombre de un país en su nombre, como resultado, se hizo una enmienda en la constitución de IFMA para cambiar el nombre del deporte de ‘muay thai’ a ‘muaythai’ escrito en una palabra de acuerdo con los requisitos olímpicos.