Miguel Calero sufrió un infarto cerebral a causa de una embolia en el hemisferio derecho. Calero no pudo caminar ni levantarse por lo que fue llevado por uno de sus hijos hasta el carro que conduciría el chofer de un vecino con destino al hospital. La parte izquierda del cuerpo del arquero colombiano no respondía a sus órdenes, a lo cual sus hijos sonrieron pensando que se trataba de un juego de su padre para hacerlos reír, pero rápidamente las risas cesaron.