Los de Aragón controlaron el juego en todo momento, y si no llegaron a marcar fue por las meritorias intervenciones de Tabales. Al final, de las cosas buenas que yo creo que hemos hecho, ha sido aprender a hablar en su frecuencia y tanto en la del técnico como en la de los jugadores, intentar entenderles, intentar ayudarles, por supuesto, exigirles. Y, sobre todo, equipacion atletico de madrid nunca pasar la línea del exceso de confianza.