No obstante, las resoluciones administrativas de Charles Bayne afectaron al club durante los siguientes años, provocando la disolución del plantel de honor a comienzos de 1908, temporada en la que la institución estuvo cerca de cesar sus actividades. El resultado fue fulminante: en aquella temporada el equipo acabó colista y volvía a la Tercera División, en la que nuevamente consiguió clasificaciones muy pobres.