La institución rojinegra fomenta el crecimiento tanto físico como intelectual para el desarrollo de los jugadores. Siete años estuvo. No uno ni dos, como es habitual en tantos otros jugadores jóvenes que en cuanto hacen diez partidos buenos en equipos de media tabla se largan en busca de dinero y títulos. Buscan futbolistas con un perfil particular y con características específicas que los hacen altamente competitivos y determinantes en sus equipos.